Friday, September 08, 2006

"a pesar de tener mucha educación e inteligencia, los hombres nunca conocerán su verdadero Ser, y una persona necia nunca se librará de su propia maldad. ¿De qué sirve aprender tanto del mundo, si después de Todo, uno va a morir, y esto no puede llevarnos a la inmortalidad? a pesar del conocimiento mundano que tengamos, debemos buscar el conocimiento que nos hará inmortales"
(Verso en sánscrito)
Nadie es propietario de las palabras. Cada quien ha de navegar en el continuo mar de la cultura humana para encontrar los restos de todas las angustias y alegrías rastreables desde las primeras onomatopeyas humanas en nuestros lenguajes actuales. Cada quien ha de enfrentarse a la posibilidad de morir ahogado en el océano sin orillas ni puerto llamado conocimiento. No hay ningún Genio aislado del mundo e inspirado por las Musas - la cultura la construye la gente en su intercambio de información, en la reutilización de cosas que ya se han hecho en el pasado, y siempre ha sido así. La cultura no es sino un enorme plagio sin fin en el que nadie inventa nada, la gente sólo reutiliza lo existente y esta remezcla siempre se produce de un modo colectivo; nadie crea de la nada. Cada quien ha de inventarse, abrazando provisionalmente un placer, un proyecto, una esperanza que le permita cada día levantarse, todavía, de la cama. Cada quien ha de elegir lo que le sirve, y lo que no le sirve. Hay un mundo que nos insulta organizando abyectas injusticias y cruentos proyectos totalitarios que lo convierten todo en mercancía: su incendio podría ser bello como un crepúsculo o como un amanecer. Cada quien a solas, sintiendo el sudor frío de la carne sobre el hueso y la ausencia universal de sentido, ha de elegir las palabras que sean capaces de salvarlo y mantenerlo a flote, las palabras en cualesquiera de sus formas de besos conceptos deserciones amores acciones iras y adhesiones, capaces de terminar con el Espectáculo del Capital e iniciar la (re)creación.

El mundo no existe.
En inciertos laberintos, nadie salva a nadie.
Y cuando te conviertes en la bestia de la bestia
Los dioses adoran humanos perfectos como delincuentes a medianoche
El jazmín de tu cabellera en cuartos escondidos
Alejados de todo ruido las manos conocen el temblor
Bronce, como tejidos unicelulares explotando la primera vez, caos
Cuidando el orden del orden del orden del orden, destrucción
Ciudad en llamas la daga avanza bajo el puente luminoso
Y tú, niña nunca inocente besas el rugido, la niebla,las sombras jamás tocadas, palabras, palabras, bla, bla bla....
Vias de la revolucion

En la mente humana se esconden potencias insospechadas. La mente tiene la facultad de encontrar esas potencias aún en las cosas mas comunes de nuestro medio : ahí se encuntra la capacidad creadora, el genio. Pero este acto descubridor es personal, no para todos igual; uno puede seguir cierta tendencia artística o antiartística por creer o intuir que tal o cual corriente concuerda con nuestra búsqueda. Pero el error general consiste en asimilarnos nosotros a las corrientes, alas ideologías, a las “ ondas “ de otros.
Por qué ocurre esto? Porque estamos buscando apoyo, aceptación, nos morimos de miedo de estar solos, aislados de nuestra concepción del mundo. Y por no estar solos, para que no nos marginen, aceptamos ideas, ropa , música. Dejamos de buscar y de hecho no buscamos nuestras propias ideas. Para que se entienda : todos son antisurf, usan el Polo de tal o cual grupo son Techno, Metal etc. Porqué eligen siempre lo que les dan? No se dan cuenta que podrían crearse uds su propia opción?. No es mas anarquista el que tiene mas cassetes trash o el que mas lisuras dice; sino el que menos imita a los demas, y se manifiesta sin prejuicios, y busca dentro de si los elementos de us mundo particular. Por supuesto yo solo quiero comunicarme con quienes quieran ser casi libres ( pues solo a eso se puede aspirar). En un concierto en el que estuve se aceptó con ojos cerrados la musica de siempre, la rutina, la misma ropa negra! pum pum pum sociedad de mierda etc : Subió un grupo que mezcló musica aleatoria ( de detrás de la frontera con el jazz) con danza, poesía y hasta pintura, de forma casi antinatural. Se consiguió una muy estimulante respuesta del público
¿ pero a que nivel? Un sociólogo hubiera dicho : “respuesta negativa ante un estímulo inesperado”. Porqué inesperado. Porque la mayoría de aquellos adolescentes solo habían salido de una rutina para crearse otra, y cuando se les rompe, se retuercen como cualquier oficinista que se precie.
Donde esta el espiritu innovador? No me interesan los chiquillos con carencia de afecto que le gritan a la banda porque no le pueden gritar a sus viejos. Me importas tú hombre o mujer que buscas y no encuentras, que hablas y no te entienden, que quieres crear algo y no sabes con qué!! Es deber de cualquier auténtico proceso revolucionario hacer que proliferen tales individuos.
¿qué es la revolución entonces? No aceptar de nadie mas de lo que aceptaríamos de nosotros mismos; y acercarce a ver lo que otros encuentran, oir lo que otros tengan que decir. Una cosa más en el mundo no todo lo que hay es : pop,punk,fluorescente o dark, comercial o subterráneo,no quisiera pensar que ademas de carecer de gusto no tenemos imaginación.
Dentro de uds hay más música, más arte, mas libertad :
Dentro de uds y de la forma cómo vean el mundo con ojos nuevos, sus propios ojos, los ojos de la revolución.

Ángel.
Jazz

“Haga jazz. Cierre los ojos. Improvise.” Dijo el que estaba a mi derecha mientras se apagaban las luces y el quinteto salia al escenario luciendo ropas oscuras, ojos cansados como de sabios y rostros de haber bebido mucho alcohol en la vida pero no el suficiente. “ sabiduría de los bares negros de los años cincuenta”. Dijo mirando a la muchacha delgada que parecía no haberle escuchado. Yo había llegado varios minutos antes que ellos, y los miré con especial aunque disimulada atención mientras entraban con lentitud,muertos de frio,observando a las personas como cosas en busca del mejor lugar para seguir el concierto. Así debieron haberme visto por primera vez. Sus miradas recorrieron el Poliedro con despreocupación, y eligieron los asientos próximos al mío, en la fila desde la cual yo lo miraba todo con una cara que no quería de tristeza sino de hastío, más lejos del escenario que de la puerta, en medio de la acústica del viejo local que los vecinos todavía, para defender su pobre vida, querían clausurar. No eran los únicos asientos vacios de esa fila irregular y algo elíptica. El se sentó a mi derecha, ella a su derecha. Tenía una bufanda negra alrededor de su cuello. Yo lo podía ver : un antiguo sueño se ahogaba en esos ojos negros apenas escondidos por unos anteojos de carey. Tenía labios extraños, cabellos largos y negros. Era invierno. Todo el dia el aire de la calle estuvo cargado de infinitas, microscópicas gotas de agua que sentíamos en la piel y el rostro y que no teníamos otra alternativa que respirar. Me parecía que tenía mucho frio. Ni siquiera lo miró cuando el le habló con su voz insegura. Luego las manos del quinteto empezaron a moverse, y yo los olvidé.

Una habitación a media luz. Paredes pintadas de un color oscuro. En las paredes cuadros con pinturas surreales, fotos de rostros ambiguos. Tambien, sobre la cabeza de la mujer parece dormir boca arriba, un gran reloj de pared. La aguja pequeña sobre el número doce y la aguja grande sobre el número seis. El ambiente de semipenumbra nos regala la idea de la noche. En algún mueble cercano a la cama se ven cajas abiertas de pastillas, vasos vacíos, una muñeca de tamaño mediano, sentada, con ojos enormes y la boca destacada con pintura roja. Hay tambien un escritorio desnudo, excepto por una máquina de escribir cerrada y una hoja de papel en blanco. En el rincón opuesto a la cama, otra mujer autista. Tiene la cara absolutamente pálida. Tiene además como la mujer de la cama, el cabello corto y negro. Ambas llevan ropas que sugieren la estación de invierno. De pronto la mujer en la cama mueve ligeramente el cuerpo, el brazo derecho. Se escucha su pensamiento como un rasguño : “ No tengo voz. Era el viento. Ahora quiero ordenar lo de aquí, la cabeza es inútil, los brazos y las piernas son inútiles . El sexo es inútil., los ojos son inútiles. Comprendo. Y es como declarar el amor con un corazón de madera. Pero al fin siento que ella se dejará de mover. “ La música era tan triste que daban ganas de llorar.

Las manos del quinteto se calmaron, era el primer intermedio. Algunas personas delante, detrás, se levantaban y daban unos pasos alrededor, conversaban en voz baja. “ que pasa con la gente de esta ciudad”, dijo el que estaba a mi derecha. “ suceden milagros con entrada libre y la sala no está a reventar”. La muchacha lo miró. Me di cuenta de que era hermosa y de que creía en mi existencia. Hay demasiada humedad en las calles, le
Respondió, mirándome a través de su perfil. “ Uno respira agua. Todos andan agripados y salir así es exponerse a una neumonía. Y uno se muere en un par de dias con una buena neumonía. Además, el horario tampoco ayuda, y una música mas bien difícil de seguir y no una música bailable y divertida después de medianoche, durante toda la madrugada, no les atrae. ¿sabes? Yo pensaba que incluso habrían más asientos vacíos, creo que todavía tenemos salvación” “Eres muy compasiva” dijo el .” A nosotros ya no nos salva ni dios”
Sus labios extraños formaron una sonrisa. Lo besó. “ Qué mujer interesante”, me sorprendí. Yo que me he pasado la vida observando la conducta de los seres humanos, la conducta de los rostros, los ojos, las palabras de los animales humanos y es como si no hubiera visto nada porque no habia sentido que entre ella y él había algo de intimidad. Nada en sus miradas, sus cuerpos o sus palabras delataba algo de amor, nada me había dicho que se besarían como enamorados después de un mas bien ruinoso intercambio de palabras.
“Te amo”. Dijo el cuando separaron sus labios y las manos del quinteto empezaron a agitarse. Primero fue como una hoja de parra. Como una hoja de parra humedecida, y luego como los fractales de una hoja de parra examinada al microscopio por biólogos obsesionados y con insomnio. Luego, como un monton de hojas de parra apiladas sobre la tierra, y luego parras completas, con sus tallos y sus ramas y sus hojas, en un dia nublado, entre senderos de tierra afirmada por donde podrían pasar, de un momento a otro, algunos saludables campesinos. Y luego salió el sol. Y entonces vi que el que estaba a mi derecha seguía la música moviendo levemente la cabeza. “ De qué manera lo sigue, se pierde en una meditación sin palabras”, pensé. Pero no sigue toda la música. Sigue, básicamente, el sonido del contrabajo producido por esos dedos sobre las cuerdas. Está metido en ese sonido a tal punto que ya no es exacto afirmar que lo percibe. Y como si fuera conciente de la muerte, de que el tema tendrá un final, de que la música precede al silencio, se pone a llorar silenciosamente mientras no deja de mover levemente la cabeza. En este momento está solo . Su soledad es tan inmensa que es como si ya no estuviera. Siempre extrañará este momento cuando su existencia era el sonido de unos dedos sobre un viejo contrabajo, y ya todo era amor y plenitud y ya no importaba si queria a alguien o si alguien lo queria. Y eran soles reflejados en hojas de parra humedecidas por la lluvia de la noche anterior. Y luego un viento que mueve las hojas como si fuera el temblor de los biólogos maniáticos que observan, obsesionados, los fractales de las hojas, un viento repetido que agita las ramas, que libera a las hojas de todo rastro de humedad, de todo reflejo de sol, que hace caer las hojas hasta cubrir los senderos de tierra afirmada, hasta dejar a las ramas de las parras desnudas. Entonces ella vió las lágrimas sobre su rostro y lo besó, pensando que el lloraba por ella. “ Hay esperanza “, le dijo, continuando la conversación del primer intermedio. “Quizas las personas se han quedado en sus casas, escuchando algo de jazz o de Bach, misántropas, detestando ambientes públicos como éste,sabiéndose mejores que todos nosotros.” El la miró sorprendido, por algunos segundos, hasta comprender. “vana esperanza”, dijo. “ Duermen temprano porque mañana deben ir a trabajar”, mientras las últimas hojas caían entre instrumentos de madera y metal, y manos que parecián muertas.
Los minutos del segundo intermedio los pasaron sin hablar. Yo recorria el poliedro con la mirada, menos para buscar a alguien conocido que para mirar sus labios extraños. Mas personas se levantaron de su asiento a dar unos pasos, pues la segunda sesion era siempre la mas larga. El poliedro se hizo famoso por sus excelentes conciertos que empezaban quince minutos después de la medianoche, por la interesante acústica de los ángulos irregulares de su sala, por la naturaleza de su tercer intermedio y por los vecinos que querian clausurarlo debido al ruido y a la gente extraña y ebria que atraia. Era como un lugar paradisíaco porque la entrada era gratis, el ambiente claroscuro y agradable, más lúgubre que alegre, y lo único por lo que había que pagar era por los tragos, que uno tomaba en el tercer intermedio que se extendía durante dos horas. El horario en el poliedro era riguroso, inflexible. Una especie de prueba de laboratorio creado para atenuar el caos del universo. Era como un marco de referencia necesario, el lienzo sobre el cual podrían pasar siempre cosas extraordinarias, el hilo de razon que nos salva del sueño o la locura. La vida en el poliedro consistia en cuatro sesiones de música y en tres intermedios. La primera sesión duraba cuarentaicinco minutos. El primer intermedio duraba sólo quince minutos y nadie se movía de su asiento para otra cosa que ir al baño o estirar las piernas. La segunda sesion duraba una hora y media. El segundo intermedio era igual al primero: quince minutos y todavía sin bar. La tercera sesion duraba sólo media hora. Alas tres y media en punto se iniciaba el tercer intermedio y todos acudían al bar, ubicado tras gruesas cortinas negras en el lado de mayor longitud del poliedro. En el bar, como en la calle, uno podía beber y fumar lo que deseara. Uno deseaba que llegara el tercer intermedio, pero siempre la música podía más y uno se olvidaba de todo y ya no deseaba que la música se acabe. Uno estaba en la música y de pronto la música ya no estaba y era imposible estar como si nada hubiera pasado, con los dos pies sobre la tierra. Era preciso embriagarse, para que la música continuara y las palabras fluyeran amables. Entonces toda la sala entraba en el bar, los vasos se perdían en las bocas, las personas se perdían en las palabras hasta que a las cinco y treinta el quinteto volvía a tocar hasta el alba de las seis, hora en se abrían las puertas y la sala se vaciaba hacia la calle, ebria de música y alcohol, para encontrarse con los primeros ancianos que van a comprar el pan o los primeros jóvenes que van a hacer su footing. Artaud decía que no soportaba un espíritu programado, pero yo sé que el poliedro lo que hacia era darnos el armazón, el espacio necesario para que el espíritu pudiera vivir libre como un loco, así como el cuerpo de Artaud permitia que su espíritu se dislocara a placer, hasta que lo encerraron en un Manicomio. Es como la relación entre el alma y el cuerpo. Aunque podamos reducir y explicar todo en términos biológicos y mecanicistas, existe siempre un componente mágico, una zona de incertidumbre que nos extraña del mundo y nos enfrenta a la sombra de ese absoluto que podemos llamar música, o Dios. Yo escuchaba la música de jazz, y miraba hacia el escenario, maravillado. ¿ acaso es la música esos parlantes, esos instrumentos y cables ? ¿ Esos gastados amasijos de huesos y carne que mueven las manos, los dedos, mientras cierran los ojos? No es eso la música. Pero no habría música sin ellos.

La tercera sesión fue memorable. Un milagro pagano escondido en medio de una ciudad dormida, indiferente. El quinteto convirtió el agua en vino, sanó ciegos, sordos, leprosos y paralíticos, expulsó demonios. Dio de comer de un solo pan a una multitud harapienta. Nos habló de tesoros escondidos, de puertas abiertas, de manos entrelazadas en los laberintos de una noche. Las manos parecián cuchillos, los instrumentos cuerpos, la música almas tristes que morían pensando en otro lugar. Decidí hablarles, entre un bosque de pinos y un paisaje congelado y blanco que nunca he visto, que nunca veré. Su largo beso inesperado, su conversación entrecortada, sus labios extraños se confundían con la música del quinteto y me hacían sentir vivo. Ansias de calamidades y de errores. De cosas nuevas.Con un giro rápido, como una bella mujer que mueve la cabeza para ver algo sorprendente, terminó la tercera sesión. El paisaje desapareció y me quedé con cinco personas cansadas, con las butacas semivacías. Las cortinas negras se retiraron al unísono y el espacio del bar, que era casi tan grande como la sala de conciertos, apareció ante nosotros. Todos se pusieron de pie. Ellos también. Yo también. “Creo que sí hay esperanza”, dije. Me miraron y después de un segundo de vacilación comprendieron. “Vamos les invito unos tragos, hay que discutirlo.” Escogimos una mesa ubicada al fondo del bar. Empezamos a beber y hablamos de la esperanza. De los artistas despreciables que suelen poblar el Poliedro y de los seres hermosos y anónimos que nunca salen de sus casas porque viven demasiado hundidos por el espectáculo de un mundo que no pueden tolerar. No me olvidé de la gente ordinaria que carece de toda opción. “ Una cosa es la ingenuidad o la ignorancia y otra el envilecimiento. “salud, me dijeron. Y como es natural en una conversación con alcohol, anduvimos a la deriva, nos salimos del tema.

_ ¿ Por qué lo besaste entonces, sino lo amas?
_ En cierta forma si lo amo. Es decir , yo siento amor, tengo mucho amor aquí dentro. Suena ridículo pero es la única verdad. Y le puedo poner cualquier rostro. Puedo amar a cualquiera.
-¿ Y tu sabías eso?-dije mirándolo.
-¿ Y la quieres así?
- La quiero así.
- ¿Quieres llorar?
- No sé. Siento como un océano adentro.
-¿ Por qué ?
- Porque yo puedo amar a cualquiera -dijo ella- Él comprende que en cierta forma no lo amo a él. Simplemente amo.
- Una cosa mas bien anónima..
- Si y no. Es muy complicado. Se precisa un rostro fijo, pero tu sabes que todo al final se mueve.
- Todo se mueve siempre
- Hermano yo no quería...
-Eres un escritor, ¿no?
- Sólo soy un autista que se defiende.
-Esa es una frase hecha. Eres un escritor- dijo ella.
-¿ Y tú, cómo demonios amas?
Al azar, cuando me da la gana, cuando necesito temas para mis cuentos, cuando veo labios extraños o bocas que dicen cosas inteligentes..
- Un escritor
- Más bien una especie de director en lucha contra un sindicato de actores en pie de huelga.
- Debe ser temible ese sindicato, eh. Se te ve triste.
- Alguien se ha ido de viaje. Siempre me entristecen los viajes. Es cómo un intento desesperado de cambiar de vida. Y lo más triste es que siempre se retorna. Y que si no retornas, tendrías que viajar por siempre. Y así...
- Noté que estabas triste desde que te vi.
- Bah, no importa. Casi siempre estoy triste. Es ¿cómo se dice?, una propensión. O quizá es sólo una estética, ya no lo sé. ¿ustedes no se besan muy a menudo, no es cierto?
- No sé. ¿ Qué cantidad es muy a menudo?
- Sí-dijo el-, ¿qué cantidad?
- Creo que fue una pregunta tonta.
- Por fin alguien que reconoce una pregunta tonta y que no la justifica con más tonterías.
- Gracias. Pero volviendo al amor, quizá el amor sea como una veleta. O como un molino que nos hace añicos. Y si esto es el amor ¿qué será el viento?
- La soledad- dijo ella.
- Buena imagen.
- Nada. Es un lugar común que leí en algún lado.¿ Nunca lo escuchaste antes?
- No.
- ¿Sabes? Yo antes soñaba. Esperaba encontrar a alguien, el amor de la vida. Hasta que leí un poema de Elluard y comprendí que encontramos al amor de la vida y no lo reconocemos. Nunca nos damos cuenta.
- ¿Qué nos queda entonces?
- Amar a discreción, a tientas...
- Es raro que alguien venga solo al Poliedro. Es un maratón de casi seis horas y...
- Lo raro es que uno se vaya sólo del Poliedro
-
En algún momento hizo un gesto como si se hubiera cansado de vivir o de saber tanto. Bebió un nuevo vaso, lleno hasta el borde. Quería borrar el momento, todos los momentos, el Poliedro. Deseaba embriagarse. Todos queríamos embriagarnos, pero los motivos eran diferentes. A unos les gusta el color azul, a otros el rojo, a otros el verde. La música de Bach, la música de Beethoven. Dizzie Gillespie o Billie Holidey. Unos se enamoran rápido y otros se demoran. Así son las cosas. Yo la miraba a ella. Ella me miraba a mí. El nos miraba. La duración no nos pertenece. Cuando me di cuenta ya era una habitación cerrada con alguien llamando cariñosamente a alguien. Una habitacióm a oscuras, y luego una habitación con una luz deslumbrante y repentina, con un niño desnudo y una ventana desde la cual alguien mira con ojos llenos de lágrimas toda la escena. Un jardín con flores rojas, blancas, amarillas, devastado por una lluvia torrencial y por la oscuridad de una noche demasiado negra. Una cortina negra. Un niño que juega con el interruptor de la luz, haciendo el dia y la noche a entera voluntad mientras llama cariñosamente a alguien con un nombre extranjero y nuevo. Un susurro de mujer de mujer dormida. Una puerta que se abre y otra habitación que se queda vacía, con un rumor de conversaciones y de risas, ingenua alegria de niños vestidos con túnicas blancas. Muchas habitaciones llenas de objetos y disonancias. Sombras en las paredes, palabras amables, pequeños engaños de fraseo, pulsos desgajados de un árbol, disfraces, desnudeces, caras cansadas. Los ojos del quinteto,correctamente embriagados durante el tercer intermedio, agradecieron los aplausos finales con lúcida indiferencia. Flores que se abren y veo que el ya no está. La sala se volcaba hacia el invierno y sus labios eran extraños. Tenía un nuevo sueño en su mirada. Te amo, escuché.
Carlos M.

Sunday, July 23, 2006


Un sonido que abre en mitad de una canción lejana, como portal sobre el espacio en blanco; nacer fue un gesto violento, la luz es el golpe del mar sobre una luna inerte; no me siento en este lugar desconocido y mi boca tiene una textura de todo disfraz bajo la lluvia; para qué toda esta elocuencia? Que alguien calle el porqué de mi lucidez, mi despreció total hacía los muertos de los caminos estrechos, el simple para qué todo almuerzo ciego. Intentaré explicarte: la oculta tiene una espada sangrante, bellos cabellos dorados y una sombra de agua; yo he venido por mi cuenta, anduve por mi cuenta sobre hierbas redondas de amplias manos parlantes, volteé mis ojos hacía un adentro violeta, comí la flor del placentero desamparo bajo el túnel flotante, fui la nariz muerta, el elemental principio de toda batalla celeste; en un momento me creí perdido y la niebla tomó mis manos, pasó su espiral sobre mi cuerpo abandonado, sobre el sueño eterno de unos deformes labios devorando la flor de todo desamparo nocturno; oí el golpe, y a través del semblante de un triste verdugo alcancé la forma del imposible, del antiguo espacio en blanco que desesperaba mis sueños de descuartizado, el camino blanco donde mi mente fabricaba ratas y pestes para mis pupilas de cristal; no he tocado, lo advierto, y lo que parece un cementerio no es sino el eco de esta madrugada ebria en la que habito, donde yacen mis pinturas como selladura solemne, la clave abandonada de lo que jamás pedí y se erigió como afiebrada figura. El canal de la inconsideración es este hueco mortuorio, esta complacencia trastocada en un simple círculo de palabras agitadas, de pobres muecas bajo la lluvia majestuosa; no quiero saber más, hablar más, explicarte es tejerme un paraíso con hilos de sangre, aglomerar más himnos decadentes, ver mi reflejo sobre tus ojos en vez de golpear las puertas de la naturaleza infernal. Me voy por mi cuenta, seguiré asistiendo al ocaso de este sol lejano que se resiste a abandonar mi noche trastornada; continuaré siendo el perpetuo charco de sangre al borde de la calle, la imprenta de la muerte, el violento movimiento del agua estancada al contacto con la piedra, la piedra desmembrada, el horrible nombre del exorcizado, úlcera bajo mi alma, el duelo solitario, el signo inconcluso, disputa, luz, fuego negro.......
Luther Blisset (Primavera 1997)

LA CONDESA SANGRIENTA
Alejandra Pizarnik, con la lucidez de sus palabras, queriendo intentar curar las heridas emocionales que le afligían, busca a través de este relato encontrar un punto de dónde aferrarse para no perderse o caer en el abismo.
Busca realizar una catarsis a través de la condesa húngara Erzsébet Báthory (1560-1614), narrando los delirios de la existencia de esta mujer que en la búsqueda de perpetuar el deseo, quitó la vida a más de 650 niñas. Pizarnik nos conduce al encuentro de la belleza del asesino y su realización como ser dentro de esta posibilidad. Nos informa cómo la condesa Báthory, junto con su fémina mecanizada, “la virgen de hierro” era un arma de tortura letal, quien a su vez poseía una mortal sonrisa.
En este ritual de muerte, la virgen es activada, para que junto con la doncella que va a ser sacrificada puedan combinarse, produciendo en Erzsébet el placer del poder de la destrucción. La condesa desde su trono contempla el espectáculo macabro. Complacida ve como la dama de metal se convierte en asesina de la niña.
Pero acaso podemos entender los senderos de la mente de una persona que no distingue entre “lo bueno” y “lo malo”. Que sólo busca aquello que le causa placer, que lo satisface, siendo propio de su naturaleza. Es un ser casi perfecto sin conciencia, sin culpa, sin ninguna ilusión a la moralidad y a la esperanza.
Como cual animal hematófago, cansada por al aburrimiento del viaje, dentro del carruaje sujeta a una doncella.
Y procede a mordisquearla para luego arrojarla fuera del carruaje. La escena se desarrolla en medio de un paisaje gélido. La niña desnuda, es bañada con agua, la sed mórbida de la condesa se satisface. El rito se completa, los últimos intentos de búsqueda de calor son en vano, es el preludio a la muerte, la carreta se aleja dejando atrás un cuerpo congelado.
Pizarnik nos dice cómo la condesa Húngara tenía un ritual invariable para aplicar los suplicios a sus víctimas. A la vez destaca cómo influía en el estado de ánimo de Erzsébet, al ver manchado su impecable vestido blanco con el color de la sangre de las muchachas.
Se crea una imagen de desnudez y crueldad, refiriéndose a la figura de la condesa sangrienta perfectamente vestida ante la desnudez de sus presas, y estas se amalgaman para producir una orgía sanguinaria.
Erzsébet, asumía que el nombre de Báthory, estaba impregnado de un poder oculto, por decirlo esotérico, el cual tenía también un significado de vitalidad y fortaleza. El nombre Báthory le daba sentido a su identidad. Haciéndose también referencia a los antepasados y familiares de la condesa: casi todos ellos crueles y lujuriosos, dándonos a entender que los Bathory eran una dinastía despiadada.
La condesa sangrienta sufría el mal del siglo XVI : La melancolía. La cual es definida como un” problema musical”. Como cual cajita de música, que al darle cuerda, da existencia, movimiento, vitalidad; pero “hacia fuera”,Pero al terminar la cuerda se vuelve a un estado de total inmovilidad.
Aquí se revela el dualismo del yo, ya que existe una bifurcación entre el afuera y el adentro. Ya que “afuera “ observado desde el dentro melancólico resulta absurdo e irreal, el tiempo es exasperadamente lento y deba constituir la farsa que ella tenga que representar.
El deseo narcisista de tratar de inmovilizar su belleza, nos dice que para ella hay cosas peores que la muerte: envejecer. Sus hechiceras le aconsejan para impedir este proceso bañarse con la sangre de niñas nobles. Para conseguir lo ansiado ella no se detiene y mira la aniquilación de otros para autoconservarse.
El castillo de Csejhe, era el recinto del horror, aquella arquitectura era amada por la condesa, por la soledad de sus muros que ahogan todo grito. Se narra lo hábitos diarios de Erzsébet, durante las horas del día, antes de la llegada de la noche. Haciéndose hincapié sobre el poder de la noche sobre el dia profano, donde en la búsqueda del placer se impone un orden dentro del caos de la perversión. Y en la última parte de su narración, se menciona que las autoridades, cansados de los excesos de la condesa, ante la desaparición de niñas de la nobleza, intervienen encontrando un cuadro aterrador: cuerpos mutilados, sangre por doquier, niñas listas para el sacrificio. Ella embriagada por la sangre no entiende lo que pasa. Es privada de todo su poder, asesinados sus sirvientes.
Ella se mantiene orgullosa y no se siente culpable de nada; mas bien expresa que todo esto es su derecho por ser noble y de alto rango. Se le impone prisión perpetua dentro del castillo. Se tapian todos los accesos hacia el exterior. La condesa siente que la prisión subía en torno suyo, construyeron esos muros para negarle el mundo que ella deseaba a través de la destrucción.
Este relato me hace reflexionar y preguntarme: cuál es el límite locura y cordura? ¿ habrá lucidez dentro de la locura?
Para encontrar una respuesta tendría solo que dar una mirada alrededor : Un mundo plagado de falsedades convertidas en verdades absolutas incuestionables, dios, estado, gobiernos, democracia, familia, amor institucional, etc...
Sociedades con su moral inquisidora o de doble juego cuando conviene, y divide a todos en “buenos” o “ malos”.
¿Creen que hay algo de normalidad que los soldados USA lloren despidiéndose de sus madres e hijos y en guerra maten mujeres y niños, y sin ningún cargo de conciencia su sociedad los recibe como héroes?
Que la gente muera por hambre, atención medica, cuando tus gobiernos y estados gastan ingentes cantidades de dinero en sueldos, armas o paguen la deuda externa que es impagable?.
Es sensato llevar a la desaparición de culturas y pueblos en nombre de un “ sacrosanto progreso” con la alegria de todas las multinacionales?
O que el mismo día 11 de Setiembre del 2001, cuando el mundo quedó impactado por esas imágenes, mientras los medios de comunicación, acongojados y consternados los líderes mundiales, no encontraban explicación a tanta insania cruel y lloraban por cuatromil víctimas y se cerraba filas en la lucha contra el terrorismo, ese mismo dia murieron cuarentamil niños por hambre, diez veces la cantidad del ataque a las torres gemelas. Para ellos no hubo un minuto de silencio, ningún artículo de prensa, radio, tv. Ninguna reunión de emergencia mundial, ningún mensaje del Papa, no se encontraba ningún criminal identificado. Si esto es sensatez prefiero estar al otro lado. Como estaba Pizarnik a traves de Bathory.
Ella en su pureza nos muestra cómo el ser humano, está solo en el mundo, indefenso ante el absurdo de la existencia y la naturaleza trágica de ella : La cual está conformada por la acumulación de situaciones irracionales tomadas luego por normales. Nos expresa que en un estado de absoluta libertad como con cualquiera otra posibilidad podemos ser capaces de los actos mas atroces mostrando la relativa esencia de las cosas, donde son permitidas todas las fantasias para explorar nuestras zonas oscuras, vedadas a nuestra experiencia. Ya que aquí en este estado seguiríamos los dictados de nuestra voluntad.
Volveríamos a reconstruir nuestro libre albedrío lejos de santos e inquisidores. Pero reconociendo que también nosotros podemos caer asesinados por la espalda. La hora de los bárbaros ha llegado.
Carlos Zapata